PnF2 - I am to you?

¿Por qué? ¿Por qué no das el primer paso? ¿Por qué cada vez que estamos solos intentas no haces nada? Es verdad, desde hace ocho años que tú me gustas, sin embargo tú nunca me has dado ni una pizca de interés en mí. Siempre la pasas con tus amigos y yo siempre tengo que sacar una sonrisa y fingir mi dolor por saber que tú no te atreves a darme la cara y decirme "No me gustas". Es todo, quisiera que pusieras fin a esto, quisiera que fueras valiente y me dijeras la verdad.

No soy atractiva, no me fijo en mi belleza, no soy muy femenina, tampoco me gustas los maquillajes, ni mucho menos me gusta mostrarme. Aunque soy muy decidida, tengo gran carisma, son buena en las luchas, me encanta la fotografía, soy batería de una banda y soy muy social. Pero eso no te da ni un mínimo de interés, si esto sigue así, tal vez, solo tal vez, me olvidara de ti...


 -¡Jazz! ¡Jazz! -llamó aquella voz que reconocí rápidamente.

 -Hola Marie -voltee para ver su sonrisa que le rodeaba.

 -¿Qué estas haciendo? -me preguntó mientras yo saco un bufido que de inmediato lo nota- Veo que no estas de buen humor.

 -No te equivocas -respondí.

 -Pero quería avisarte que tengo el papel principal de la nueva obra de teatro -aviso entusiasmada.

 -Me alegro por ti

 -¿Por qué estas así? -preguntó ya seria mirándome con sus ojos azules- Ya hasta te pareces a Tommy.

 -Tal vez -mi voz en ese momento era solo una voz pero sin energía lo cual hizo que Marie se pusiera más seria

 -Bueno no me importa si estés así, pero no puedo convivir con dos aguafiestas.

 -¿A quién llamas aguafiestas? -preguntó detrás de mi amiga una figura quien veía algo molesto a la pelirroja.

 -Yo me refería a Jazz y a... y a... -su voz se puso más temblorosa con solo verlo, más parecía un sonrojo, si estuviera de buen humor la hubiera tomado una foto.

 -Olvídalo ¿sí? -habló el castaño dejando las explicaciones de Marie- ¿Y a ti que te pasa Jazmín? -preguntó encorvándose a una posición que se infiltraba en apoyarse de la silla de la carpeta.

 -Nada que te interese Fletcher -fue tanta mi molestia que le hable por su apellido y si más no hago, agarro mi bolso y me voy del salón.


La verdad es que hoy no tenía las ganas de aguantar desde molestias del gran Fletcher hasta las felicidades de Marie. Pues no estoy de humor, tal vez mañana les pida disculpas por mi mal comportamiento hacia ellos. Pero no debería estar enfadada, es más, debería estar feliz. Al fin me rendiré, me rendiré de ese grandísimo idiota que me hizo esperar por unos largos 8 años.

En ese momento me encontraba en los pasillos de la escuela, era receso y tenía mínimo los cuarenta y cinco minutos de libertad que tengo derecho como toda estudiante. Me encontraba de mal humor, no tenía hambre, ni sed, solo deseos de acabar con todo esto. En ese momento me veo chocando un alguien, que no vi por el camino.


 -¡Fíjate por donde vas imbécil! -exclame furiosa mientras me limpiaba la ropa ya parada.

 -Lo siento, no fue mi intención -en ese momento reconocí esa voz, pues era la del grandísimo imbécil que me hacía sufrir. Fred Jonhson.

 -Pues fíjate -dije molesta mientras daba paso de retirarme

 -¿Eres tú, Jazz? -preguntó al ver mi tranza larga- Lo siento, es que no te vi -dijo mientras lo delataba su gota de sudor.

 -No me interesa -hable molesta dando de nuevo paso para ya irme.

 -¡Espera! -exclamó agarrándome del brazo- ¿Estás bien? -me miró que de inmediato me sonroje al verlo.

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Estábamos en ese momento en el patio de la escuela, donde los alumnos caminaban o comíaan en la zona verde. Pues yo y Fred estábamos justo también sentados sobre el césped mientras comíamos helado, lo cual el me invitó.


 -Últimamente te veo muy pensativa -comenzó a hablar mientras seguía comiendo el helado.

 -Eso no te incumbe Johnson -me pongo en zona de egoísmo.

 -Veo que sí. ya que susurras mi nombre y me insultas en tus sueños -dijo mientras se le formaba una sonrisa.

 -¡¿Qué?! -exclamé exaltada al saber lo que dijo.

 -Sí, al profesor Cooner no le gusta eso pero por ser buena alumna te no te regaña -me avisó aquel pelicafé.

 -Ok -dije mientras lamía el helado.

 -Aunque me da curiosidad de saber que te eh hecho para que me odies -habló mientras de inmediato me sorprendí.

 -Ese es mí problema -dije por defenderme.

 -También el mío por lo que siempre me nombras -esta vez su mirada era seria.

 -Tal vez, pero eso no te da derecho de...

 -Sí me da derecho Jazz, me da mucho derecho porque actúas como si te hubiera hecho algo pero en realidad no te hicimos nada -esta vez su voz era algo molesta pero no gritó

 -Si vamos a hablar de eso entonces -en eso me paró- me tengo que retirar, de hecho lo tuve que hacer desde un principio -en ese momento me fui del lugar dejándolo solo.

 -¡¿Qué te eh hecho Jazz?! -esta vez me gritó- ¡Quiero saberlo! -su voz era seria, lo suficiente como para detenerme.

 -Me haz hecho mucho daño, eso es lo que me haz hecho -me defendí ante su orden.

 -Yo nunca te haría daño Jazz -se paró acercándose a mí- y no recuerdo haberte hecho algo malo.

 -De que tú nacieras fue una pesadilla para mis ojos -me defendí sacando una sonrisa triunfante.

 -¿Entonces por qué andas conmigo? -preguntó molesto.

 -¡Lo hago por pena! -me acerqué a él.

 -¡¿Y cuando nos vamos a las ferias?! -se acerca también.

 -¡Siempre estas solo, es normal que me de compasión! -me acercó cada vez más.

 -¡¿Vas a seguir evadiendo mi pregunta?! -se acercó más.

 -¡Yo no eh evadido nada! -me acerco más.

 -¡Pareciera que si! -se acerca más.
 
 -¡Pues mira mi respuesta! -en ese momento le enseño el dedo medio.

 -¡Malcriada y aniñada!

 -¡Glotón y molestoso!

 -¡Engreída y fastidiosa!

 -¡Feo y sin futuro!

 -¡Marimacha y escandalosa! -en ese momento hubo una pausa, lo cual Fred lo notó.


Esa simple frase me dejó impactada ¿De verdad piensa eso de mí? ¿Qué soy marimacha y escandalosa? Es mi oportunidad, mi oportunidad de decirle todo lo que siento sobre este maldito imbécil.


 -¡¿Y qué hay de ti?! -pregunté exaltada- ¿De verdad piensas eso de mí? -lo mire fijamente haciendo que se pusiera atónico- Pues lo que pienso de ti es que eres un perdedor, siempre es lo mismo contigo, eh estado enamoradísima de ti por ocho largos años, y me he rendido, me he rendido de ti y de tus estupideces, de hacerme sufrir, de nunca darme ninguna esperanza sobre lo nuestro -era todo lo que tenía que decírcelo en la cara, ya no soportaba mas verlo, hasta sentí que las lagrimas se resbalaban sobre mis cachetes.


En ese cuando tome curso de irme del lugar, en eso sentí una mano que me detuvo y me jaló en un acto cayendo sobre su pecho. En ese momento me sonroje, lo cual el lo notó.


 -¿Enserio crees eso? -preguntó con una sonrisa.

 -¿Te estás burlando de mí? -pregunté molesta al ver esa sonrisa.

 -No, de hecho estoy muy feliz de saber que tú sientes lo mismo que yo -reveló mientras que yo me quede atónica.

¿Lo mismo? ¿Dijo que sentía lo mismo? No puede ser, no puede ser, simplemente esto no es posible. Esto es algo que jamás venía venir. Siento cada palpitada de mi corazón de mi pecho junto con el de el. ¿Es verdad? Esto debe ser un sueño, no puede ser verdad que él diga eso, simplemente el no puede decir eso.

 -¿Q-qué? -fue todo lo que mi voz formuló en ese momento.

 -¿Te sorprende? -pregunto el pelicafé de forma inocente- Creí que tú solo me torturabas por lo cual pensé que no estabas interesada en mi -reveló mientras mis ojos cada vez más estaban achicándose de la emoción.

 -N-no puede ser -formulé bien esta vez.

 -¿Aún no lo crees? -preguntó mientras lo vi en lo ojos con confusión- Pues cree esto -en ese momento se acercó hacia mí y con su mano acercó mi mentón contra el suyo para que nuestros labios rozaran, y así pasó.


Estaba besando en ese momento a Fred Jonhson, al chico que nunca creí que iba a tocar su labios. Me sentí como una chica que estaba en una película de los años noventa -literalmente-. Mi cuerpo se quedó paralizado mientras recibía ese beso con gran felicidad, sentía que eramos los únicos en este planeta lo cual me hizo sentir más especial en aquel entonces.

En ese momento oigo aplausos lo cual nos separamos rápidamente, y ahí veo. Eran Thomas, Marie, Xavier y Dezz, quienes aplaudían con unas sonrisas que de inmediato nos separamos delatando en nuestros caras un gran sonrojo. 


 -¡Que hermoso! -exclamó la pelirroja contenta.

 -Es como si fuera una de las película de los años noventa -concluyó la chica de mechón rosa emocionada.

 -Bien que te la chapaste Fred -expresó Thomas guiñándole el ojo.

 -¿A qué te refieres con eso Fletcher? -vi como Marie le jalaba de las orejas a Thomas.

 -¿Pero que eh dicho? -preguntó molesto ante la reacción de la pelirroja.

 -La verdad no me lo esperaba en este momento pero solo sé que Jazz me quitó a mi hermano -dijo graciosamente, aunque me lo tomé un poco mal.

 -¿Ya son novios? -preguntaron los cuatro como en un cuarteto.

 -Aún no -dijimos los dos viendo como reaccionaban los chicos.

 -Se supone que son novios -habló Dezz- ¡Se besaron!

 -No me lo recuerdes -susurré avergonzada.

 -Conociéndolos supongo que se van a demorar ¿no es así? -preguntó el castaño cruzado de brazos, lo cual negamos con la cabeza.

 -Tal vez en un futuro cercano serán novios, eso lo aseguro -habló positivamente la pelirroja.

 -Igual que tú y Thomas -susurre lo suficiente como para que los dos tórtolos lo oyeran.

 -¡¿Qué?! -preguntaron exaltados sin escaparles un sonrojo.

 - Bueno, ya terminó el receso, debemos de ir a clase -cambió de tema el rubio caminando mientras lo seguíamos.

 -Y todos tenemos la misma clase -la voz de Marie era muy alegre

 -Pero es del maestro Cooner -habló Fletcher

 -No malogres la fiesta -intervino la chica de mechón rosa


Durante la caminata hacia el salón de clase, Fred y yo intercambiábamos de miradas que de inmediato se cambiaban por sonrojos. Tal vez no seamos novios, o no tenemos nada serio, pero he resuelto mi duda, y como dijo Marie: "Tal vez en un futuro cercano serán novios, eso lo aseguro", espero que mi fiel amiga tenga razón.